19 de abril de 2008

Una de periodistas

Por cuestiones laborales hoy he asistido a la toma de posesión (La sexta vez) del Presidente de la Junta de Andalucía. Al que han arropado un gran número de pesos pesados de la política nacional. La vicepresidenta del gobierno Mª Teresa Fdez. De La Vega (Todavía recuerdo hace un par de legislaturas que fue cabeza de lista por Jaén, y fue 3 ó 4 veces a dar ruedas de prensa a las que asistíamos cuatro gatos, y yo que la recordaba de sus tiempos en la política local en Madrid pensaba "Hay que ver dónde ha terminado ésta..." ¡Menudo lince estoy hecho!) el ministro de Interior Rubalcaba, el de Asuntos Exteriores Moratinos, la ministra de Fomento Magdalena Álvarez, La nueva y jovencísima ministra de Igualdad Bibiana Aído, el de Sanidad y Consumo Bernat-Soria, el Presidente de Cataluña José Montilla, el de Baleares, etc, etc, etc...

No son esos personajes los que me inspiran este "tocho" que os voy a soltar, la cuestión es que he podido asistir "a pie de campo" al espectáculo de ver a mis "compañeros" periodistas desarrollar su tarea, pues yo "entraba en acción" una vez acabado el evento. Ha sido muy ilustrativo ver que por muchos años que pasen nada cambia.

Por supuesto el evento estaba bastante mal organizado, el operador de cámara encargado de dar la señal institucional tenía que batirse el cobre a empujones entre la maraña de compañeros, fotógrafos, redactores, politiquillos, etc.. El pequeño caos acostumbrado. Confieso que me he divertido un tanto, incluso haciendo "el guiri" tomando fotos con el teléfono moviéndome a mis anchas (nunca mejor dicho).

Al fin y al cabo nada fuera de lo común para los que estamos habituados a asistir a estos circos, al final, chismes, corrillos y punto final. Aunque ésta vez sí me llamó la atención una escena que presencié cuando todo llegaba a su fin, y que a mí se me antoja patética. Un periodista de cierto caché, cada vez menor, hacía "gracietas" a la nieta del Presidente de la Junta de Andalucía, que éste sujetaba en sus brazos. El periodista se afanaba inútilmente en captar su atención pese a estar a medio metro de distancia de ella (y de la espalda del presidente).La niña no le hacía ni puto caso, y Manuel Chaves menos aún y él "erre que erre". Un par de eternos minutos en los que incluso me dio tiempo a mirar, pensar, sacar mi móvil, desbloquearlo,seleccionar el modo "foto",¡¡Hacer balance de blancos!!,cerrar "zoom", y hacer la foto, de pésima calidad, que evidentemente ni mostraré y tampoco vale gran cosa...

Al final evidentemente gracias a su mezcla de ternura y obstinación consiguió sus 30 segundos de diálogo amigable y su palmadita en la chepa...

Lo difícil no es llegar, lo difícil es mantenerse... Al margen...

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